domingo, 28 de abril de 2013

"La Criada" inspirado en "La metamorfosis" de Kafka. Sebastian Elichiry


Pocas veces intercedo personalmente, pocas veces asciendo a ver la vida que por norma quito. A lo largo de la historia de este mundo, pocas veces presencié el sufrimiento y el final de aquellos a los que me llevo. En esta ocasión como dije, elegí hacer una excepción, el prodigio del hecho lo ameritaba. Extraños son los designios del creador, misteriosos son sus deseos y sobrenaturales pueden ser sus mandatos. Lo que no es ajeno a mi, es que dentro de esa caparazón hay un hombre, un hombre que sufrió una transformación como no había visto desde los tiempos de los egipcios. Por eso ahora ocupo este cuerpo, que era mas pequeño, pero que al recibir mi esencia creció un poco, sus huesos se hicieron notables, su cabello creció y se volvió blanco plata. Soy la persona que tomará el lugar de la última criada que trabajó en una casa en la calle Carlota, frente a un hospital inmenso que no me genera la mas mínima sensación. Tengo que limpiar por las mañanas y por las noches, mi turno es partido, intuyo que los dueños lo querrán así, el prodigio que aconteció entre esas paredes y la idiosincracia de este siglo hacen que estas personas, esta familia, deseen al máximo reserva y secreto. Pobres, no saben que el sacrificio del hijo es tan grande que terminará salvándolos a todos, salvándolos de ellos mismos, miserables. Usaré este cuerpo para observar, pero dejaré a este cuerpo actuar por propia voluntad, el alma que lo habita será como es, permaneceré dentro de él, para ver, acompañar y estar en los últimos dias de Gregor. No se cuántos serán, su condición fantástica rompió con mi capacidad oracular de ver el futuro y sus hechos, por eso también voy a verlo, no se cuando marchará y quiero estar ahí en el momento que pase.

Los primeros días son de un secretismo total, la habitación permanece cerrada y los padres de Gregor no me dicen absolutamente nada, limpio, ordeno por la mañana, ayudo a la señora de la casa con el desayuno, pero básicamente limpio los desajustes de la noche anterior. La señora que habito no se inmuta, es fría y curtida, una mujer que a vivido y visto muchas cosas, en estos primeros días el silencio no hace más que generarle intriga, a mi eso me sirve siempre y cuando no incordie a la familia de Gregor antes de tiempo, no querría tomar su cuerpo para cambiar su voluntad, no lo hago hace siglos en un mortal, no quisiera hacerlo ahora, además, creo que hace tanto de la última vez, que me vería torpe siendo quien soy y usando un cuerpo de materia, de carne y sangre. Debo reconocer que el sentir la sangre correr por las venas de esta vieja criada es entre fascinante y desagradable. Es una mujer mayor, fuerte pero gastada por los años, sus procesos fisiológicos funcionan de manera defectuosa y yo todo lo siento estando dentro de ella. Lo más reconfortante es sentir el aire en sus pulmones, que ahora son mis pulmones, el aire es maravilloso, magma de lo verdadero y absoluto, la nada y el todo, vacío.

La familia tenía ahorros, ahorros que provenían del trabajo de Gregor, como también joyas de otra época, lo perderán todo y saldrán a trabajar los tres. La edad avanzada del padre y la delicada salud de la madre son máscaras, vivirán mucho más, lo se, verán a su hija comprometida y casada, los años de comodidades que les proporcionó el hijo les hizo ganar años de vida y los sacrificios que harán en lo sucesivo no hará más que fortalecerlos. Pero aún es pronto para que lo vean y tal vez sea imposible que entiendan en algun momento el inmenso acto de sacrificio de su hijo y las consecuancias positivas para ellos. No es mi problema, no juzgo más que como un juego privado, mi mano nunca se equivocó en el quién, cómo y cuándo. Yo no me rijo por una moral o una ética mortal.

Finalmente la criada enorme de huesos llamativos y pelo blanco entró a la habitación de Gregor. Pude verlo en toda su belleza a pesar de su evidente deterioro. Es hermoso, conserva casi su tamaño de hombre, pero es insecto. Cucaracha divina, escarabajo perfecto, en otro tiempo hubiese sido adorado, respetado y hoy eres un monstruo. La reacción de la criada es sorprendente, no se asusta. En otro tiempo esta mujer fue oráculo, por eso su entereza.

No me gustan nada los tres hombres que ahora conviven con la familia de Gregor. Hecho un vistazo a sus almas pasadas, son hombres de ciencias ocultas. Uno, el líder, alquimista en un tiempo muy antiguo, asesino de animales y plantas. Los otros dos, brujos en un tiempo más cercano a este, me adoraron, pero no entendieron nada al final de sus antiguas vidas y me temieron, cobardes. Se que la visión de Gregor los atraerá, los restos de esas vidas del pasado los harán permanecer incorrompibles cuando pase, debo estar alerta.

La familia de Gregor en cambio es futil, el pasado de sus almas no guarda ningun hecho mencionable o excepcional, solo Grete merece algo más de atención, ella es especial. Grete en un pasado inmemorial, fue Ninfa. Aún conserva algo de esa aura sobrenatural de los antiguos dioses, por eso su piedad y su amor. Se también que será quien más lo traicione, no me sorprende, las seguidoras de la diosa terrestre también fueron terribles. Ánimas rebeldes, caóticas como la natura misma.

Los insultos de la criada a Gregor son espantosos, lo único bueno es que en esas situaciones puedo verlo, escuchar lo que piensa, pobre Gregor. Si supieran que piensas, veo que lo noble de tí permanece intacto, eres un hombre aún, lo se. Aquí permanezco, velando por ti. No come casi nada, su cuerpo de insecto está visiblemente deteriorado, la manzana en su caparazón es un dolor que no puedo imaginar ni sentir, solo aborrecer por lo absurdo y denigrante.

La noche que Grete toca el violín para esos tres hechiceros es definitiva, Gregor usó lo último que le quedaba de vida para poder ver a su hermana. Esa noche, de manera etérea entre a la casa y pude ver todos los acontecimientos. Dolorosa la reacción del padre, no me sorprende que Grete quebrase su amor, tocando música, recuerdo al pobre Orfeo.
El retorno de Gregor a su habitación es como un vía crucis. Siento que su final está cerca, lo escucho pensar por última vez. Tranquilo Gregor ya todo está por terminar.

Amanece.

La criada entra a la casa, permanecí dentro de ella hasta unos pocos metros antes de que llege. En la puerta, como no podía ser de otra manera esta Gregor mirando hacia arriba, aún no entiende que paso. Me acerco a él en la forma más amena que su alma pueda imaginarme. Me mira.

-          Todo terminó?
-          Si Gregor, todo terminó, eres libre.
-          Pero…mi familia, qué harán ahora?
-          Ven conmigo.

Tomé su mano y lo llevé a un instante en el futuro.

Estamos en el tren que la familia de Gregor decidió tomar para descansar de esa agitada noche que culminó con su muerte. Grete está radiante a pesar de su melancolía. Es una mujer.

Gregor la mira; mira a su padre y finalmente a su madre.

- Gregor, voy a contarte una pequeña historia.

“Hace mucho tiempo, en una tierra muy lejana, un viejo sabio visitó a una familia que vivía en la más extrema pobreza, sólo tenían una raquítica vaca a la que ordeñaban cada mañana. El sabio sufría por esa familia. Un día, la vaca murió. Al tiempo el sabio volvió a ver a esa familia y para su sorpresa los encontró mejor, la vaca había muerto, entonces eso obligó a que toda la familia saliese a buscar comida y trabajo. Con el tiempo estuvieron mejor y el sabio, al volverlos a ver, se alegró. Abandonó a la familia con tranquilidad, finalmente habían decidido poner manos a la obra”…Entiendes ahora Gregor?

Grete fue la primera en pararse al detenerse el tren, la luz que entraba por la ventana del camarote la rodeó, dándole un halo de salud y energía que provenían de un tiempo inmemorial. Entonces Gregor comprendió y sonrió.